Tomemos el control remoto y demos un paseo por el vasto mundo de las
opciones del cable, si tenemos el control eso creemos, pero lo cierto es que el
dominio es de aquellos que saben hacer televisión y tienen los recursos. ¿Sabía
usted que en la actualidad existen series que llegan a costar cerca de un
millón de dólares por capítulos?
Pero que eso no
nos amilane. Si bien es cierto que la televisión es cara también depende gran
parte del talento, la astucia y el arte con que presentemos aquello que
deseamos hacer llegar.
Recordemos que
comunicación significa poner en común un conocimiento; y los cristianos tenemos
algo que no solo debiéramos compartir, sino que también nos es impuesta la necesidad
pues Jesús dijo “Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura”
(Mr. 16:15) Ahora si vamos a hacer algo al respecto debiéramos revisar lo que
se está haciendo en la actualidad y decidir que está bien y que no.
El panorama
actual es este: La tecnología para hacer televisión se pone más al alcance de
todos, una nueva generación de cámaras de video en un formato muy amigable
conocido como Mini-DV y tamnien las que graban directo a disco duro; nos brinda
recursos profesionales a precios asequibles.
Consideremos que
hace solo 5 años una cámara profesional, llamadas Broadcasting (Betacam SX para
citar alguna) costaba entre 25 mil dólares y 50 mil. Hoy usted puede adquirir
con solo 5 mil dólares una cámara mini-DV de alta definición que hace casi lo
mismo.
¿Cuál es entonces
el Problema? La disyuntiva que se nos presenta cada vez más frecuente, es que
muchos pastores y congregaciones se lanzan a la televisión sin considerar si
están preparados o no para ello, ¿Motivos? Decida usted, pero lo cierto es que
no siempre es la gran comisión de Jesucristo.
Muchos programas
son una extensión del culto dominical, en un local no apto para tales fines,
mal iluminado, con camarógrafos improvisados y mal diseño de grafica y concepto
televisivo, conclusión: recuerde que tenemos el control en la mano y podemos
cambiar de canal en cualquier momento.
A toda esta
situación no podemos seguir de largo sin considerar tomar parte del espectro
televisivo, para al menos contrarrestar la aparición de programas invasivos de
baja moral,
Contenido poco o
nada instructivo, y otros totalmente contrarios a la Fe que predicamos. Si
usted va a construir un nuevo templo, busca profesionales del ramo, arquitectos
e ingenieros, luego la mano de obra especializada para la ejecución de la
obra, la mejor que pueda pagar, si aparecen hermanos que estén dispuestos a
cooperar donando su tiempo y conocimiento está bien, pero nos aseguramos que
sepa lo que está haciendo. ¿Por qué no hacer lo mismo cuando se nos presenta la
oportunidad de incursionar en la televisión?
Todo lo que
podemos recomendarle es considerar algunos pasos previos si decide hacer un
programa de televisión en caso de presentarse una oportunidad en su comunidad.
Aquí entonces le traemos varias:
Primero- Busque un asesor en producción de
Televisión. Pague si es preciso alguna clínica o curso.
Segundo- Busque un personal propio que le ayude,
si no tiene en su congregación gente especializada en el área, camarógrafos,
luminotécnicos, editores y diseñadores gráficos; trate de formarlos, siempre
hay jóvenes en las iglesias dispuestas a ayudar, tan solo conectarlos con
gentes de la industria.
Tercero- Defina bien sus objetivos, el tipo de
programa y a dónde quiere llegar. ¿Cómo sabrá si ha llegado a la meta sin saber
a dónde iba?
Cuarto- Acérquese a
hermanos que ya están el medio y tienen experiencia. No se imagina usted cuanto
pueden enseñarles.
Quinto- Mire Televisión, chequee los programas
cristianos que están disponibles hoy, que le gusta y que no!!! Que puede usted
aportar o que no puede.
Y sobre todo
recuerde ¡Tenemos el control en la mano!!!