La radio, a pesar a los avances que han experimentado otros recursos de comunicación en esta carrera de nuevas tecnologías de la información, sigue siendo, hoy por hoy, la más rápida y la más instantánea, sobre todo para informar del acontecer de última hora. De igual forma, la radio no ha perdido la virtud de llegar a todos los públicos, porque su acceso es viable en caso cualquier situación, se puede escuchar radio mientras manejamos, mientras se trabaja en casa y aun en otros ambientes laborales porque no es necesario saber leer, porque es gratuita, y porque, a diferencia de la prensa, la televisión o el cine, para algunas personas discapacitadas no interpone barreras.
El medio que nos ocupa ha inspirado tradicionalmente una gran confianza entre sus seguidores, posiblemente porque la mayoría de los locutores se dirigen a ellos de tu a tu, les despiertan por la mañana, les acompañan durante la noche, conversan con ellos, les hablan..., y casi siempre con un halo de naturalidad y amistad que difícilmente se aprecia en otros medios audiovisuales. En la confianza que despierta la radio entre la población, posiblemente radique el hecho de que, hoy por hoy, siga suscitando una gran credibilidad. Pocos ponen en duda, por ejemplo, la veracidad de la información radiofónica.
En el ámbito cristiano la radio siempre ha jugado un papel muy importante para lanzar cualquier ministerio al crecimiento, solo pregunte a cualquier pastor que tenga presencia en la radio, cuantos, o que por ciento de su membrecía llego a través de su programa de radio. Sin embargo cuan poco explotado o para ser más exactos, cuan poco conocimiento tenemos acerca de las exigencias de este medio, y porque digo esto…! Porque muchos de los que incursionan en la radio cristiana creen que es una extensión del culto o celebración dominical, que ha sido grabado en un ambiente de intercomunicación diferente que se va desarrollando de acuerdo al ambiente y la respuesta que la congregación está dando en ese momento
Pero como podrás intuir, no todo son ventajas. La radio tiene otras características que conviene no perder de vista, ya que influyen poderosamente sobre el trabajo diario de sus profesionales y condicionan gran parte de las tareas productivas más cotidianas, como la redacción de los textos y la locución. La radio, no lo olvides, es un medio exclusivamente sonoro y, por tanto, en la percepción de sus mensajes sólo participa uno de los cinco sentidos: el oído.
Además, la radio es un medio acusmático, ya que, como señala en su libro “La audiovisión” Michel Chion, uno de los teóricos más prestigiosos en el campo de la comunicación audiovisual, no aporta imagen alguna del origen de todos aquellos sonidos que constantemente emite .Así que conviene echar un vistazo a este mundo de la radio y sus exigencias para poder sacar mejor partido de ella y crecer acorde a estos desenfrenados tiempos de tecnología, a esta nueva era llamada “Era de la comunicación”.
